Universitarios de Sevilla demuestran la solidaridad de la juventud

Estas navidades la ONG University&Solidarity, formada por más de 200 estudiantes, han llevado alegría a residencias de ancianos con villancicos y repartido bocadillos y conversación a personas sin hogar

Cuando Maite Rebollo dejó la secundaria en Huelva para comenzar sus estudios de Periodismo en Sevilla quería mantenerse en contacto con actividades de voluntariado como le habían inculcado en el colegio. Por eso, cuando escuchó hablar de la ONG University&Solidarity, creada en su totalidad por universitarios que convertían sus ratos de ocio en momentos de ayuda a los demás, no se lo pensó. Ahora es parte importante de esta formación y una más de los siete coordinadores que se afanan en organizar a los 200 jóvenes voluntarios que participan. La idea es que la coordinación no parta siempre de los creadores, si no que nuevas caras -como Maite hace dos años- se involucren y la ONG vaya pasando de mano en mano  de forma natural de manera que cuando los que lo crearon dejen la universidad, otros estudiantes mantengan su esencia.

Maite Rebollo, coordinadora de la ONG University & Solidarity Foto: Vanessa Gómez

Y esta aventura comenzó en septiembre de 2017 ideada por Filomeno Martínez. El ahora director de la ONG pasó el verano de primero de bachillerato construyendo casas en una aldea de Perú. Cuando comenzó sus estudios en la universidad lo echó en falta y comentó a sus amigos su ilusión por crear una ONG. Le apoyaron y las primeras actividades arrancaron al empezar el segundo año de la carrera. Pronto se dieron cuenta que esa inquietud por ayudar a los demás no era algo de unas pocas personas sino que se repetía con frecuencia entre los jóvenes.

Es el caso de Maite, que pronto se unió a ellos. «Yo había estado en Bilbao con los jesuítas en unas colonias con los niños», explica a Sevilla Solidaria. «Y mi amigo Álvaro, que era otro coordinador, me habló de esto». A Maite le pasó como a muchos de los que prueban. Disfrutó no sólo por la satisfacción de ayudar sino también por la experiencia en sí y por pasar el rato con otros jóvenes, «hacemos mucha piña entre voluntarios». Y aquello le enganchó. «Pronto me propusieron ser coordinadora y acepté», añade.

En el Rectorado. Fernando Delgado, Begoña Alonso, Nacho García, Maite Rebollo, Álvaro Domínguez, Inmaculada Carrizosa y Filomeno Martínez. FOTO: Vanessa Gómez

Cada uno de los coordinadores tiene una labor diferente. «Filo es el director. Álvaro es el secretario y se encarga del papeleo. Nacho, que estudia Bellas Artes, diseña las camisetas, pulseras o carteles. Yo llevo las redes sociales y la comunicación», explica. Además, se encargan de las dos acciones fijas que mantienen durante todo el año. Álvaro Domínguez y Filomeno acuden todos los lunes a la residencia Regina Mundi en San Juan de Aznalfarache y Maite y Candela todos los domingos a la residencia de ancianos gestionada por las Hermanitas de los Pobres en Luis Montoto, juntos con el resto de voluntarios que se organizan para ir.

«En Regina Mundi primero hablamos con los residentes y luego ayudamos a darles de cenar», explica Álvaro, «solemos ir los mismos y ya nos conocen, preguntan por nosotros si no nos ven, y lo cierto es que nosotros lo disfrutamos mucho y se les coge cariño, si no puedo ir un día me busco un hueco el resto de la semana para visitarlos».  La misma sensación se repite en Maite: «les damos de comer y les visitamos en las habitaciones; voy desde hace ya dos años y son días muy divertidos».  En navidades, además, la visita ha sido especial porque los voluntarios han acudido a los dos puntos a cantarles villancicos a los mayores. Así como a la residencia de Fundomar, una entidad con la que también colaboran a menudo. «Me llamó especialmente la atención como en Regina una señora que no suele participar pidió directamente que la visitáramos para cantarle. Fue muy bonito», recuerda Maite.

Aparte, un buen número de actividades se reparten a lo largo del año. «Todos los años participamos como camareros en una zambomba a beneficio de Cáritas. Colaboramos con el Congreso Lo Que De Verdad Importa y hemos expuesto nuestro proyecto en Málaga y Oviedo. Hemos estado con chavales de Autismo Sevilla en Isla Mágica, en un huerto en Miraflores con niños con Síndrome de Down, repartido comida a gente que lo necesita o dado clase de apoyo en Los Pajaritos», enumera. Es frecuente que entidades sin ánimo de lucro les pidan voluntarios para una acción en concreto.

Además, en estos días de frío han recuperado una acción que ya han realizado otros años, a la que llaman «noches solidarias». Un grupo de voluntarios se acercan a personas sin hogar con un zumo y un bocadillo. «Te reciben ilusionados», aporta Álvaro, «algunos son más propensos a hablar y otros menos, claro, pero la mayoría agradece más la compañía y la charla que el bocadillo».

De los 200 voluntarios, hay estudiantes tanto de la Universidad de Sevilla como de la Pablo de Olavide o de Loyola Andalucía. El único requisito es tener entre 18 y 25 años, «ni siquiera es necesario estar estudiando una carrera universitaria», apunta Álvaro. «Nuestro sueño es que cuando nosotros lo dejemos la ONG continúe, siempre formada por una red de jóvenes».

Y así año tras año más jóvenes se interesan por lo que hacen, a través de las redes sociales. Ellos, por su parte, se dejan ver en escuelas y colegios mayores para darse a conocer con charlas entre estudiantes de bachillerato o recién llegados a la universidad. Aseguran que cuando se prueba se repite. De estos tres años de actividad Álvaro se queda sin duda con su visita semanal a Regina Mundi: «Esa hora y media del día son las más felices de la semana, no voy obligado nunca, siempre encantado». Maite, a su vez, recuerda la convivencia que realizaron este verano en Portalegre, Portugal, al que acudieron 20 jóvenes para participar en voluntariado en asociaciones de personas con discapacidad, mayores y niños. «Por la tarde nos reuníamos y poníamos en común todo lo que habíamos vivido, era muy agradable escuchar el entusiasmo de cada uno».

Maite está convencida de que la gran mayoría de la juventud es solidaria. Sólo necesita un pequeño empujón para aventurarse en actividades como las que proponen en University&Solidarity. Y ellos están encantados de darlo.

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