«Una de las soluciones a un problema es contarlo»
Iñigo lleva seis años descolgando el teléfono en la Avenida de la Cruz del Campo para escuchar a todas aquellas personas que no pasan un buen momento y necesitan hablar, encontrar una mano amiga, una solución. Los voluntarios del Teléfono de la Esperanza ponen el oído 24 horas al día, todos los días del año. Desde una ruptura sentimental, un trabajo precario, el paro o situaciones aún más graves llevan a utilizar este recurso. «La mayoría de las personas encuentran la solución a sus problemas ellas mismas, sin yo decirles nada, solo hablando», indica Íñigo, «pero necesitan hablar».
Este voluntario se toma con seriedad este trabajo, no faltando ni un solo día a sus turnos, al igual que sus compañeros. Al fin y al cabo, ese compromiso ha conseguido que esta ONG que comenzó en Alcalá de Guadaíra creciera al resto de España y también fuera de nuestras fronteras sustentándose solo en la labor de voluntarios, ya sea tras el teléfono o aportando la condición de psicólogos u orientadores familiares para sesiones y talleres.
Íñigo ofrece su ayuda a través del teléfono y también echa una mano para las actividades que dan a conocer la labor de la ONG al exterior, como la comunicación a través de las redes sociales o con la preparación de carteles. Pero siempre es bienvenida más ayuda. En septiembre pondrán en marcha un nuevo curso de formación al voluntariado, por el que pasan cada uno de los operadores para estar preparados. Solo hay que llamar al Teléfono de la Esperanza: 954 57 68 00, ya sea para ayudar o para ser ayudado.