Naomi forma parte del equipo de voluntariado de Betania, una entidad que trabaja por la inclusión plena de personas en situación de exclusión o riesgo de estarlo. En este reportaje, la joven explica cómo su labor se basa en el acompañamiento cercano y humano a quienes inician procesos de recuperación social.

En Betania, la cooperación entre la persona atendida y un equipo multidisciplinar —formado por profesionales y voluntarios— es el eje de un modelo que busca no solo atender necesidades, sino reconstruir vínculos y fortalecer la autonomía personal. «Aquí entendí que acompañar no es solo ayudar, es escuchar y compartir el camino», comenta Naomi.

La entidad desarrolla programas dirigidos a personas migrantes, víctimas de trata, personas sin hogar, con adicciones o familias en situación de pobreza, siempre desde un enfoque integral y personalizado. Su objetivo es claro: devolver dignidad, estabilidad y oportunidades reales a quienes más lo necesitan.

Para Betania, la implicación del voluntariado es esencial. Personas como Naomi representan el compromiso diario con una sociedad más justa, donde cada gesto de apoyo contribuye a la transformación de vidas y comunidades.