«Preparamos a las personas de El Vacie para vivir en sociedad»
La Asociación Humanos con Recursos nació en 2011 y desde entonces trabaja con personas en riesgo de exclusión, siendo El Vacie su principal área de actuación. También sirve de intermediaria en familias rotas para que los progenitores cumplan sus tiempos de custodia y ofrece talleres de formación y empleo para quienes han perdido su trabajo. Fernando Parejo es su secretario y nos resume la cantidad de programas que gestionan.
—¿Cómo surgió la asociación y cuáles son sus objetivos?
—Comenzó como una iniciativa de un grupo de personas que trabajamos en una consultora dedicada a la formación a la que encargaron un trabajo para preparar como camareras de piso a personas de El Vacie. Ahí tuvimos contacto con ellos y vimos que había hueco para crear una asociación centrada en la formación, ya que las asociaciones existentes eran más de carácter asistencial, y empezamos a trabajar con mujeres de allí, aunque el programa se amplió luego a familias.
—¿Qué ayuda prestan en El Vacie?
—El objetivo es que las personas que hay allí vayan saliendo e integrándose en la sociedad, pero debe haber una formación previa porque muchas no han vivido nunca en otro sitio que no sea el asentamiento. Hacemos tareas de seguimiento escolar, acompañamiento médico, gestiones y papeleo... en definitiva les ayudamos a prepararse para vivir en una sociedad normalizada. La gente quiere salir de allí, pero para ello necesitan que al menos el cabeza de familia tenga un empleo y pueda hacer frente a los gastos que genera una vivienda. También es fundamental la escolarización de los menores y la higiene, por lo que gestionamos un programa de duchas diarias de los niños antes de ir al colegio. Se les asea y se les da el desayuno durante todo el año y a las madres que están implicadas y colaboran las premiamos con lotes de alimentos o productos.
—Una vez que se han salido de El Vacie, ¿durante cuánto tiempo les acompañan desde la asociación?
—El acompañamiento es para siempre, porque tendrán que pasar varias generaciones hasta que alcancen la autonomía y puedan enfrentarse solos a todo lo que conlleva la vida en sociedad.
—¿Hay hospitalidad con ellos en los barrios donde se les reinsertan?
—A todo el mundo les da compasión pero cuando les toca un vecino que venga de El Vacie cuesta aceptarlo, por eso es importante la tarea de acompañamiento que hacemos, donde les recordamos que tienen que pagar la comunidad, la luz, el agua... que no pueden poner la música o la televisión muy fuerte...
—¿Qué empleos consiguen estas personas?
—Sobre todo de operario y de limpieza. Hemos impartido un curso de manipulador de alimentos que hemos financiado con fondos propios.
—¿Cómo se financian?
—Concurrimos a concursos públicos y trabajamos los programas que nos adjudican. Tenemos uno con refugiados del centro de Sevilla Este que financia el Ministerio de Empleo, los que tenemos en El Vacie son a través de Asuntos Sociales del Ayuntamiento....
—¿Con qué asociaciones están en contacto para desarrollar su trabajo en El Vacie?
—Con el Banco de Alimentos, la Fundación Odontología Social Luis Seiquer o la Red Antirumores, que lucha contra los estereotipos.
—¿Para qué sirven sus puntos de encuentro familiares?
—Tenemos puntos de encuentro para las familias rotas que tienen custodia compartida y se llevan tan mal que no pueden ni verse para entregarse al niño. También para los progenitores que tienen visitas tuteladas a sus hijos o un tiempo determinado para verlos.