Marina Niza, estudiante de Trabajo Social, eligió hacer sus prácticas curriculares en la asociación Manos Abiertas Norte porque «me llamó la atención el proyecto y me pareció interesante». Tanto le gustó, que al terminar el periodo de prácticas decidió continuar vinculada a la entidad como voluntaria.

Manos Abiertas Norte es una entidad que tiene como objetivo aportar un refuerzo educativo para los menores. Sin embargo, su labor va mucho más allá. «Aquí los niños trabajan habilidades sociales, de comunicación y autoestima», señala Marina.

Aunque venía a ciegas, Marina confiesa que trabajar con Manos Abiertas Norte es una de las mejores experiencias de su vida. «La asociación les da a los niños la posibilidad de ser niños. Les está dando una infancia plena y, sobre todo, sana», asegura.

Marina afirma sin dudar que colaborar con la entidad es una de las mejores experiencias de su vida y animaría a otros jóvenes a hacer voluntariado porque «te das cuentas de las distintas realidades que hay en Sevilla, que debemos entender y conocer», afirma.