«Es necesario que los jóvenes hagan voluntariado y vean la realidad que viven otros»
La Fundación Madre Coraje, con sede en Sevilla, es una entidad sin ánimo de lucro que trabaja por la justicia social y la solidaridad, tanto a nivel local como internacional. Su labor se centra en la cooperación al desarrollo, la ayuda humanitaria y la educación para el desarrollo, promoviendo un modelo de vida más justo y sostenible. A través del reciclaje de ropa, aceite y otros materiales, generan recursos que permiten financiar proyectos solidarios, principalmente en países como Perú, además de atender necesidades básicas en comunidades vulnerables de España.
El voluntariado es un pilar fundamental para el funcionamiento de Madre Coraje. Andrea Macarro es una joven sevillana de 27 años que es voluntaria en la entidad, «Es necesario que los jóvenes hagan voluntariado y vean la realidad que viven otros. Gracias al compromiso de cientos de personas voluntarias, la fundación puede llevar a cabo tareas clave como la recogida, clasificación y distribución de materiales, así como actividades educativas y de sensibilización», señala Macarro. La participación ciudadana no solo fortalece la estructura de la organización, sino que también fomenta una red de solidaridad y conciencia social que multiplica el impacto de sus acciones.