Jóvenes Solidarios

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Las largas tardes se llenan de risas en la Unidad de Lesionados Medulares de San Juan de Dios

Teresa Blanca Alonso, de 20 años y estudiante de medicina, acude como voluntaria al Hospital San Juan de Dios del Aljarafe para ofrecer un poco de evasión a los ingresados en esta Unidad

Ana y Derar, de 17 y 27 años, llevan 5 meses en la Unidad de Lesionados Medulares del Hospital San Juan de Dios del Aljarafe, trabajando en su rehabilitación y aprendiendo a convivir con su discapacidad. La mayor parte del día tienen actividades que realizar pero «las tardes se hacen muy largas», confiesa Derar. «Son mucho más entretenidas con los voluntarios que vienen, nos echamos unas risas y pasamos un buen rato», añade.

Teresa Blanca Alonso, de 20 años y estudiante de segundo año en el Centro Universitario de Enfermería de San Juan de Dios, acude martes y jueves para, precisamente, ofrecer un poco de evasión a los ingresados en esta Unidad. Los tres juegan a las cartas y charlan sobre series de televisión o sobre las últimas actividades que realizaron. Así, las horas se pasan rápido y colmadas de luz y sonrisas.

«Con Teresa se hacen las tardes más fáciles», dice a su vez Ana. Hace tres meses que Teresa apareció en sus vidas, poco antes de Halloween y, aunque los primeros días todos eran más reacios a participar, los voluntarios se fueron ganando su confianza, su simpatía y su amistad. «Cuando preparábamos la fiesta de Halloween, Ana me decía que nadie iba a participar, que nos lo podíamos ahorrar, y al final vinieron todos, se pintaron, rieron y nadie quería irse de vuelta a sus habitaciones», explica Teresa divertida a Sevilla Solidaria. Lo que confirma Ana: «sí, yo no quería ni ir y resulta que lo disfruté mucho».

Voluntarios jóvenes han participado desde siempre en la actividad del hospital pero desde 2018 San Juan de Dios ha incorporado un programa específico de voluntariado para la Escuela Universitaria. «Hay alumnos que acompañan en Urgencias, otros que acuden para el ocio en la Unidad de Lesionados Medulares y otros que participan en las labores de sensibilización y campañas solidarias», indica Mayte Medina, coordinadora del voluntariado en el hospital junto a María Ángeles Izquierdo. La acción social es muy intensa en este hospital, donde el voluntariado cumple una labor esencial.

Tener a otros jóvenes con los que compartir aficiones comunes y temáticas más cercanas de las que hablar es realmente necesario en la planta. Aún así, Teresa también comparte tiempo con los mayores: «Te terminan contando los problemas que tienen o sus miedos y dudas, este voluntariado no consiste en hacer una actividad e irte sino también en reparar en cómo se sienten ellos».

Desde un principio esta estudiante tuvo interés en la Unidad de Lesionados Medulares porque «los profesionales se preocupan de darle lo que necesitan para ser independientes pero no tienen tiempo en profundizar en sus sentimientos así como en las necesidades de sus familiares que están ahí 24 horas y necesitan el mismo cuidado». Por ello, los cuidadores y familiares participan también en las actividades previstas. Voluntarios comparten con ellos y los pacientes actividades de ocio como jugar al bingo, ver películas o cantar en un Karaoke. Las pasadas navidades entre todos decoraron la planta y montaron un belén.

«Es muy bonito venir aquí y, al final, es una manera de unirte más a la enfermería y a lo que te vas a encontrar luego en la realidad trabajando», explica Teresa. «Es muy gratificante ver todo lo que puedes aportar».

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