Entrevista

«La sociedad todavía identifica el alcoholismo como un vicio»

El economista Pablo Sosa dejó su brillante carrera tras recuperarse de su dependecia al alcohol y se dedicó al estudio de Drogodependencias para ayudar a los que pasan por lo que él sufrió

Acceder a una terapia de desintoxicación no está al alcance de todos, más cuando en la mayoría de los casos se requiere un internamiento en un centro. Por ello, el psicólogo Pablo Sosa ha querido acercar esta posibilidad a los sevillanos y abre una delegación aquí de CC Adicciones, un centro de desintoxicación situado en Mataró. El alcoholismo, junto con otras adicciones, en una enfermedad que la sociedad cataloga erróneamente como un vicio. Un estigma que dificulta a los enfermos pedir ayuda. Este economista dejó su brillante carrera tras recuperarse de su dependecia al alcohol y se formó en el estudio de Drogodependencias para ayudar a los que pasan por lo que él sufrió.

¿Ya estáis en funcionamiento en Sevilla?

Sí, ya tenemos tres pacientes en seguimiento desde hace un mes aproximadamente.

¿Cuál es el objetivo de esta delegación?

En definitiva posibilitar que un gran porcentaje de la clase media en Sevilla pueda acceder a este tipo de tratamiento, algo que antes no era posible para ellos.

¿Por qué no era posible?

Estos tratamientos son largos. Hay una primera etapa de ingreso que suele ser de unos dos meses, pero para que el paciente no entre de lleno en la realidad de su entorno se le tiene en los alrededores de la clínica en pisos tutelados terapéuticamente y acudiendo al centro cada día. A veces son ocho o diez meses los que tienen que permanecer allí, eso más los desplazamientos de los familiares es un coste. Nosotros recepcionamos a los pacientes de Mataró, tras pasar los primeros dos meses, con las idénticas metodologías terapéuticas que hubieran seguido de permanecer allí.

¿Y con ustedes qué pagarían?

El paciente desde el punto de vista económico lo que debe abonar son 30 euros por terapia.

¿Cuántas terapias necesitan?

Normalmente unas 3 terapias semanales. Pero una de las terapias yo las hago de forma desinteresada en un centro de ingresos en El Cañuelo, al que acuden mis propios pacientes. Así que a efectos económicos solo pagan dos.

¿Entonces las terapias de grupo es lo más importante del seguimiento?

En gran medida sí. Pero, además, el paciente llama todos los días por teléfono porque debe llevar un plan de vida muy conciso, ha de realizar actividades concretas amén de tener otras restringidas. Otra cosa que se hace son los controles de orina, para ver si las afirmaciones del paciente son ciertas.

¿Una adicción es una enfermedad?

En 1953 la OMS declaró el alcoholismo como una enfermedad crónica progresiva con alta tendencia a la recaída y mortal. La adicción a la cocaína, cannabis, psicofármacos… también son consideradas enfermedades. La sociedad todavía lo identifica como un vicio, pero científicamente es una enfermedad y como tal debe ser tratada.

¿Es este estigma lo que dificulta al enfermo a acudir a un profesional?

Es el problema fundamental. El estigma social provoca que a la persona le de vergüenza confesar su enfermedad, entonces lo oculta pensando además que puede curarse uno mismo, algo que no es verdad. Pero es una pena que a veces las personas vienen al tratamiento cuando ya han perdido valores muy importantes, como la propia salud, el dinero, el trabajo o la consideración social, o incluso la propia ilusión por curarse.

Usted pasó por el alcoholismo y tuvo que tratarse. ¿Cómo lo superó?

Fui bastante torpe, porque en lugar de tomar la decisión de acudir a un profesional con 30 años lo hice con 57. ¿Perdí todos esos años de mi vida? Quizás no. Pero han sido 27 años no precisamente felices. Por eso quiero que no le pase esto a los demás. En el año 2006 ingresé en un centro y afortunadamente estoy bien (ríe).

Y ahora ayuda a los demás

Me di cuenta que yo no era la única persona ignorante sobre el alcoholismo. Mi familia, amigos y entorno tampoco tenían el mismo concepto de la enfermedad. Me entró una inquietud personal que convertí en profesional. Hice un máster en Barcelona de drogodependencia e hice la carrera de psicología.

Ayuda además desinteresadamente a asociaciones sobre drogodependencia y otras adicciones ¿Cuáles son?

No es algo que me suelan preguntar. Ayudo a un centro que se llama El Ancla en Alcalá del Río donde hay personas que no tienen medios ninguno. Y también trabajo en un centro en El Cañuelo. Allí la Fundación Nueva Tierra tiene un centro para personas con muy pocos recursos que están allí internados. Yo soy el responsable de la terapia de grupo y voy todos los jueves.

Comentarios