Jóvenes Solidarios

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«No se conoce la labor del Banco de Alimentos más allá de las Grandes Recogidas»

Hablamos con dos jóvenes voluntarias del Banco de Alimentos de Sevilla, Nuria y Andrea, para que nos cuenten cuál es su labor dentro de la entidad

Cuando llega una Gran Recogida de la Fundación Banco de Alimentos de Sevilla, el ciudadano reconoce al momento a los más de 6.000 voluntarios con peto azul que se reparten por los supermercados de la provincia para recoger productos de primera necesidad o para organizarlos en el almacén. Pero, ¿qué ocurre el resto del año? También hay una labor constante y fundamental de personas que ofrecen su tiempo de forma totalmente desinteresada para contribuir a que nadie se quede sin poder llevar alimentos a su nevera.

«Actualmente el Banco de Alimentos de Sevilla cuenta con 120 voluntarios que trabajan de manera permanente en nuestra organización», explica Agustín Vidal-Aragón, presidente de la entidad. «Estos 120 voluntarios no asisten ni realizan trabajos todos los días, ya que entre ellos está incluido el gran equipo de supervisores de las grandes recogidas de alimentos -40 personas aproximadamente- y personas que realizan acciones puntuales de asesoramiento o apoyo. Lo que sí tenemos claro es que cada uno de ellos aporta un valor fundamental a la fundación».

Los voluntarios están presentes en todas las áreas del banco, en los departamentos de almacén, logística, inserción sociolaboral, entidades, captación de alimentos, recursos humanos, informática, administración, contabilidad, recogidas de alimentos, comunicación, asesoría jurídica, voluntariado… «Para nosotros esto supone una gran oportunidad, ya que contamos con profesionales de primer nivel con un gran talento y experiencia profesional, apoyando la gestión y el funcionamiento diario de la fundación», añade el presidente;  «eso nos genera confianza y el saber de que estamos en el camino correcto».

Andrea López en las instalaciones de Mercasevilla / Foto: L.A.

Entre esta red de voluntarios se encuentra Andrea López. De muy joven participaba en las grandes recogidas con sus compañeros de clase y hoy, con 24 años, es la que se acerca como voluntaria a los estudiantes para mostrarles la necesidades que sufren muchas familias en Sevilla e indicarles la importancia de ayudar. «Cuando hablas de datos exactos les sorprende la cantidad de gente que necesita ayuda y que gracias al Banco de Alimentos pasan muchas menos necesidades», explica Andrea a Sevilla Solidaria. Con la pandemia el departamento de Centros Docentes no puede realizar tantas actividades en colegios como antes, pero no olvidan esta labor.

Una de las actividades en el programa de Centros Docentes antes del comienzo de la pandemia / Foto: BAS

Andrea aún no había tenido oportunidad de conocer a Nuria Rubio, de su misma edad, que lleva un año en el departamento de Entidades, ya que las jornadas de convivencia entre voluntarios no han podido realizarse como otros años. «Realicé las prácticas de mi carrera aquí y al terminar decidí quedarme», indica Nuria, «había colaborado en las grandes recogidas y colaborado con una entidad en Barbate a la que llegaban alimentos, pero no conocía al banco desde dentro». Su labor consiste en explicar a las entidades beneficiarias «cómo valorar a los usuarios y cómo llevar a cabo la documentación, se les explica nuestros programas, se mira las condiciones en las que tienen los alimentos y se les va controlando que tengan una buena gestión». Con el paso del tiempo es una gran satisfacción ver cómo van mejorando o cómo tienen preguntas que antes ni siquiera se hubieran planteado.

Además, Nuria ayuda a organizar los talleres de aprovechamiento alimentario, una actividad también con peso en el Banco de Alimentos. En ellos participan usuarios de las entidades beneficiarias. Realizan una receta y se les explica hábitos de vida saludable y cómo luchar contra el despilfarro.

El taller de aprovechamiento alimentario está dirigido a usuarios de entidades colaboradoras / Foto: BAS

No es lo más habitual contar con voluntarios jóvenes. Aunque aumente su volumen significativamente en las grandes recogidas, aún es un área de mejora el resto del año. «Sí es cierto que cada vez son más los jóvenes que se acercan al Banco, gracias a la aparición del teletrabajo; ya que les da la posibilidad de realizar su acción voluntaria sin tener que desplazarse o en los momentos que ellos dispongan», aporta Vidal-Aragón.

Nuria Rubio lleva como voluntaria desde hace un año / Foto: L.A.

La implicación de voluntarios como Nuria y Andrea son el alma del Banco de Alimentos, junto al equipo técnico que lo completa. «Para nosotros, es el voluntariado y su acción, los que marcan las directrices que hacen que el Banco pueda abrir sus puertas. Ellos, con su profesionalidad, experiencia, talento y conocimiento son los que hacen posible que cada día lleguemos a 50.000 personas en la provincia de Sevilla, bajo unos criterios de máxima transparencia y gobernanza», concluye con orgullo el presidente.

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