«Facilitamos a los universitarios que con un solo mensaje de Whatsapp puedan participar en un voluntariado»
A Bego Arias le han inculcado desde pequeña la necesidad de ayudar a los demás y desde muy pronto el voluntariado ha formado parte de su vida. Viajó a Eslovenia para un proyecto social, ha ayudado en Fátima, ha trabajado con personas con adicciones y ha dado clases particulares a niños en riesgo de exclusión social en Los Pajaritos, entre otras cosas. Fue el año pasado, estudiando ya Integración Social en la universidad, cuando recibió una llamada de su amigo Javier Martínez Sendín contándole sobre una ONG que poner en marcha en Sevilla. No lo dudó. Quería implicarse.
Se trataba de University&Solidarity, iniciada por el hermano de Javier, Filomeno Martínez Sendín, en 2017 y constituida por jóvenes universitarios que querían ofrecer su tiempo en actividades benéficas. La pandemia lo paralizó todo y Javier estaba dispuesto a recoger el testigo y ponerlo en marcha todo de nuevo, aunque fuera desde Madrid donde estudia. «Para la selección de mi equipo de coordinadores confié en mi entorno, seleccioné a las personas que creía que se iban a implicar más en todo esto, personas que iban a dar todo lo que hiciese falta por la ONG como lo estaba dando yo, personas comprometidas, empáticas, emprendedoras y sobre todo dispuestas a darse a los demás», explica Javier a Sevilla Solidaria.
Y en poco tiempo, la ONG comenzó a rodar como si nunca hubiera parado, con más de 500 voluntarios involucrados. «Se trata de una red de jóvenes universitarios que tienen la facilidad de unirse a un grupo por un simple enlace de WhatsApp y así tener la oportunidad de hacer cualquier tipo de voluntariado», explica Bego, quien coordina en Sevilla a este gran grupo.
Las actividades en las que participan son de todo tipo y abarcan a muchos colectivos necesitados: desde menores y ancianos a personas con discapacidad o personas sin hogar. De hecho de entre sus actividades fijas se encuentran la colaboración con la Asociación Aspace, que ayuda a personas con parálisis cerebral, y el Hospital de la Caridad, donde se realiza un acompañamiento a personas mayores.
«Los mayores te dan mucho, te enseñan mucho», explica Bego que acude una vez a la semana al Hospital de la Caridad, donde su abuelo es hermano. « No les gusta demasiado hablar de su vida personal pero si vas con frecuencia se quedan con tu nombre y te saludan contentos», cuenta en una de estas visitas junto a Marta Martín, otra voluntaria que echa una mano con la coordinación. Bego recuerda cuando uno de los residentes le regaló una colonia que le recordaba a su infancia.
A estas actividades se le suman eventos propios creados por la ONG e impulsados por universitarios para recaudar fondos, como una capea benéfica donde consiguieron cerca de 2.000 euros para Ucrania, así como una proyección de cine solidaria. También tienen vistas de futuro. «A corto plazo tenemos dos grandes proyectos», informa Javier, «por un lado retomar las actividades de voluntariado que se hacían en Portugal cuando Filomeno era el presidente y por otro extender la ONG a Madrid, para que esta empiece a consolidarse allí»
«¿Por que no dedicar una hora cada semana o cada dos semanas a personas que realmente lo necesitan?», expresa Bego. No solo eso, si no que participar en estas actividades le permite conocer a otros jóvenes, con otros puntos de vista, y enriquecer su tiempo. Todo el mundo gana.