Así es el trabajo de cooperación de Cesal en el mundo desde Sevilla
Hace 30 años que un grupo español se acercó como centro de estudios a América Latina por la inquietud de conocerla en profundidad. La relación que surge con la gente de allí, -con ministerios, sindicatos, Iglesia y demás instituciones sociales- les mueve a hacer mucho más, a convertirse en una ONG de cooperación para colaborar en su desarrollo. Surge Cesal, hoy presente también en África y Oriente Medio, y que desde el 1994 trabaja también desde Andalucía.
De todos los proyectos que tiene en pie la ONG a nivel nacional, un total de siete grandes proyectos se desarrollan con la financiación de Junta de Andalucía, Diputación y Ayuntamiento de Sevilla. La organización busca, además, la colaboración de la población sevillana a través de campañas de sensibilización. Cuando las acciones no se ven en tu entorno, es más complicado hacer ver la necesidad de éstas. Su compromiso es no dejar el terreno hasta que la población local sea capaz de generar desarrollo por sí misma. Sevilla Solidaria habla con Cecilia Ravaioli, delegada de Cesal en Andalucía.

—¿Cuál es la función de Cesal?
—Somos una ONG generalista, es decir, no nos centramos en una temática o necesidad concreta, sino que invertimos nuestros esfuerzos en lograr un desarrollo integral de nuestras zonas de acción. Esto supone que acompañamos durante el tiempo que sea necesario a las comunidades.
—¿Y cómo se afronta?
—Creamos equipos en los lugares en los que estamos tanto con personal español como con oriundos de las distintas zonas para trabajar la parte educativa y social. Javier de Haro, por ejemplo, es sevillano y director de CESAL en Perú desde hace 9 años.
—Y en estos 30 años habrá zonas que ya no necesitarán vuestra ayuda
—Sí, claro. Porque se trabaja estratégicamente y se establece un proceso educativo y de acompañamiento para que las propias administraciones publicas locales y los ciudadanos tengan la capacidad de empoderarse y generar por sí mismo procesos de desarrollo. Cuando esto pasa, Cesal se retira.

—¿Qué proyectos se desarrollan desde Sevilla?
—Actualmente tenemos en ejecución 4 proyectos con la Junta de Andalucía, dos en Mozambique, uno en la selva de Perú y otro en Honduras. Desde la Diputación de Sevilla nos ayudan con la mejora de la salud escolar en un municipio de Haití, y desde el Ayuntamiento de Sevilla para mejorar las condiciones económicas y sociales de mujeres y personas vulnerables en la región de Ica, Perú, y con un centro de formación profesional para jóvenes en riesgo de exclusión social de la región suroeste de República Dominicana.
—¿Cómo trabaja Cesal en Sevilla y Andalucía?
—Todos los años lanzamos una campaña a nivel nacional que se concreta en Andalucía en Sevilla, Granada y Córdoba. La última campaña se llama Bajo el Mismo Cielo, y atendía a las migraciones. La idea es exponer que la problemática de las migraciones se dan siempre bajo un mismo paragüas. Hay migraciones en todas partes, provocadas por la guerra en Siria o Irak, en Ucrania o en África. También migraciones de los venezolanos y colombianos, o las que provoca el hambre en Honduras. Es importante conocer que son refugiados que llegan con sus vivencias y problemáticas detrás. Para nosotros son muy importantes las acciones de calle para dar a conocer estas realidades, porque al final, barrio a barrio y persona a persona se hace mucho más interesante nuestra propuesta.

—¿Cómo es la reacción de la gente cuando os acercáis a ellas en estas acciones?
—Al principio siempre se mantiene una distancia, por lo que es importante cómo acercarte. La forma en la que lo hacemos tiene mucho que ver con nuestra forma de estar también en los países en los que trabajamos, siempre vamos buscando el encuentro con las personas.
—¿Con cuántos voluntarios contáis en Sevilla y cómo colabora?
—Actualmente tenemos 21 voluntarios en Andalucía, 131 en toda España. Hay diferentes variables, desde el que te apoya con sus conocimientos en los proyectos hasta los que hacen el voluntariado más de calle. Y luego tienes voluntario internacional, el que realizan personas que quieren dar el paso y marcharse a otro país durante un tiempo.

—¿Estas satisfecha con algún proyecto especialmente?
—Por ejemplo, con la Junta hemos hecho un interesante proyecto de educación para el desarrollo en Perú denominado Nopoki. En la región de Ucayali existen diferentes tribus indígenas cada una con su lengua, costumbres y tradiciones. Creamos una universidad bilingüe en la que se forman a jóvenes como futuros profesores nativos capaces de educar a los niños de cada una de ellas. Un profesor y una profesora indígenas vinieron a Andalucía a contar su experiencia y empaparse de la que obtenían aquí.