Desde un paseo por el campo a la cima del Mulhacén, accesibles a personas con discapacidad

La Asociación Afoprodei pone al alcance de personas con movilidad reducida la actividad física en la naturaleza gracias a la implicación de sus voluntarios

Un matrimonio que anhelaba un sencillo paseo por el campo, pero, tras 22 años con el marido en silla de ruedas y ella sin fuerza suficiente para empujarlo, no podían acceder a ningún terreno escarpado. La vuelta a la naturaleza le hizo a la mujer llorar de emoción. Un niño con Distrofia Muscular de Duchenne que completa el Camino de Santiago, disfrutando de cada etapa, del paisaje, de los compañeros. Una chica sordociega, con poca movilidad, que siente el viento en la cara y huele a tierra, a hierba y a vida.

Son solo algunas de las historias que han hecho realidad los voluntarios de la Asociación Afoprodei. Esta entidad, nacida en Tomares, se ha convertido en las piernas de aquellos que debido a cualquier tipo de discapacidad no pueden disfrutar de actividad física en la naturaleza. Gracias a la fuerza de los brazos de los voluntarios y a las sillas adaptadas. Pero, sobre todo, gracias a una buena intención. «Si tú te atreves, Afoprodei irá contigo», es su lema.

En solo dos años no solo han guiado en pequeñas rutas a personas con sordoceguera, parálisis cerebral o discapacidad intelectual, sino que han llegado a coronar el Mulhacén y a recorrer el Camino de Santiago. La idea surgió de la experiencia de uno de los socios fundadores, el atleta invidente Emilio García, quien ha competido durante años con la Once en diversos circuitos con sus guías Manolo y José Antonio. «Un día nos planteamos que eso que le había servido a Emilio para salir de la depresión tras quedarse ciego podíamos hacerlo extensible a todo tipo de discapacidad y desde un nivel básico de actividad física», indica Domingo Pérez, presidente de la asociación.

Domingo Pérez, presidente, José Antonio Lopera, vicepresidente, y Pedro Luis Portillo, socio y usuario FOTO: J.M.SERRANO

La determinación de un pocos y el apoyo de la Fundación la Caixa que les permitió adquirir dos sillas monorueda todoterreno Joëlette, logró el resto. Hoy acogen en sus salidas a cualquier persona que se les acerque, tienen colaboraciones con diversas asociaciones,  y participan con frecuencia en el proyecto «Rompiendo barreras» de Cruz Roja. Pero no solo acompañan a personas con discapacidad, si no que también acuden a institutos para fomentar el deporte adaptado y sensibilizar sobre la discapacidad.  «Queremos mandar un mensaje: que con muy poco esfuerzo se puede conseguir que alguien que tiene descartado un simple paseo por el campo con un poquito de ayuda puede hacerlo», explica Domingo.

Pedro Portillo es un de los usuarios que más tiempo lleva con ellos acompañándoles. Usuario y también socio. «Afoprodei ha sido mis piernas, he llegado a sitios que ni me imaginaba», confiesa a Sevilla Solidaria. Pedro tiene esclerosis múltiple pero se niega a quedarse en el sofá de casa. «La enfermedad no me matará pero hay que disfrutar de la vida», indica con contundencia a Sevilla Solidaria y recuerda los dos años que ha participado en la carrera popular solidaria de Tomares.

Domingo se queda en estos años con las experiencias vividas con los usuarios con sordoceguera del Centro Santa Ángela de la Cruz. «Esas experiencias son impresionantes», indica. «Hay una chica, que aparte de su sordoceguera y no poder andar bien tiene un síndrome con el que se autolesiona. Pero la sentamos en la silla, estuvo tres cuartos de hora y ni se dañó ni se tiró del pelo, solo una sonrisa de oreja a oreja».

Antonio Lopera, vicepresidente y secretario de la fundación, es uno de los fundadores de Afoprodei y guía de la Once. Destaca los últimos 100 metros para coronar el Mulhacén como lo más complicado en estos últimos dos años. A él subieron con dos personas con movilidad reducida con silla adaptada y dos personas invidentes con barras direccionales. «Nos gustaría adquirir una silla Joëlette más y dos sillas para carreras urbanas», indica. Domingo, a su vez, ya está pensando en subir al Teide. «Tenemos muchos objetivos en mente pero somos consecuentes con los recursos que tenemos», confiesa su presidente. Socios y voluntarios son bienvenidos. Al fin y al cabo, todos aquellos que quieran experimentar el deporte y el ejercicio, tengan o no discapacidad.

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