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«Cada día que nos acercábamos a Santiago la emoción iba creciendo»

Maite Pozo es trabajadora en Aspace Sevilla y voluntaria en actividades de ocio y viajes como el realizado este julio en el Camino de Santiago con personas con parálisis cerebral

Maite Pozo ha completado este julio un Camino de Santiago verdaderamente especial. A nivel personal y por lo que representa. En el grupo de diecinueve peregrinos que lo emprendieron, seis tienen parálisis cerebral. «Cada día que nos acercábamos a Santiago la emoción iba creciendo, y llegar fue increíble porque habíamos conseguido el objetivo por el que nos habíamos estado preparando», cuenta Maite. Esta trabajadora social de 28 años lleva cinco años trabajando en Aspace Sevilla, pero su relación con la entidad va más allá, puesto que participa en numerosas actividades de voluntariado, fundamentalmente del programa de ocio y tiempo libre, tanto de los fines de semana como de alguno de los tres viajes vacacionales que se realizan al año, aunque este último en Galicia ha ido mucho más allá.

«Los trabajadores de Aspace que íbamos como voluntarios hacíamos labores de acompañamiento y luego los voluntarios de la entidad que estaban preparados físicamente los llevaban en las Joëlette, unas sillas adaptadas», explica.

Joaquín ha sido uno de los peregrinos con parálisis cerebral que han visto cumplido su sueño. Aún recuperándose físicamente de una viaje duro, asegura que repetiría y la amplia sonrisa que se le dibuja en el rostro no hace más que confirmarlo. Esta iniciativa, denominada «Todos los ángeles vuelan», se pone en marcha en la entidad por segundo año. Milagros fue una de las usuarias que fueron el verano pasado y Alba una de los acompañantes voluntarios. «Todos los trabajadores deberíamos pasar por esta experiencia», asegura, «la llegada se nos hizo muy especial, ver sobre todo las caras de ellos y el agradecimiento que nos tenían». Alba recuerda con cariño las tardes para descansar donde la charla fluía entre todos.

Para poner en marcha este proyecto Aspace Sevilla han contado con apoyo. Voluntarios de la Hermandad en la Oración en el Huerto de Dos Hermanas los han acompañados, la asociación Discamino Santiago ha facilitado material imprescindible, y el Club Deportivo Doctor Fleming ha contribuido a la difusión. «Todos los Ángeles vuelan», además de promover la participación social de las personas con parálisis cerebral, es también una llamada para demostrar la importancia del deporte adaptado.

Campaña #SomosVoluntariado

Maite pone en valor cada una de las actividades de ocio que se realizan con los usuarios. «Es muy gratificante el poder estar con ellos en un momento que se sale de la rutina», explica y apunta la gran ayuda que supone el tiempo que prestan los voluntarios. «Cada vez la sociedad está más cercana al mundo de la discapacidad pero siguen existiendo ciertas actitudes que ellos mismos comentan como cuando, por ejemplo, les tratan como niños», explica.

Por ello, desde Aspace Andalucía lanzan la campaña #SomosVoluntariado bajo un mensaje de inclusión que pretende destruir los estereotipos que a veces pueden pesar sobre las personas con parálisis cerebral acerca de su poca interacción social, compresión o sociabilización con el exterior. Además, mediante el voluntariado, las personas de los Centros de Día o las Residencias tienen la oportunidad de afianzar las relaciones interpersonales y hacer amistades nuevas, a tener, en definitiva, una vida social mucho más plena y diversa. La implicación en iniciativas como «Todos los ángeles vuelan» demuestra que son mucho más que una cara visible de la discapacidad.

 

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