Videojuegos como terapia

La empresa sevillana The Game Kitchen produce videojuegos adaptados a personas con discapacidad, así como productos de entretenimiento digital que directamente son utilizados por expertos para hacer terapia

Todo el mundo tiene derecho a jugar. Por ello, en The Game Kitchen, una empresa de videojuegos de Sevilla, saben que apostar por la accesibilidad en sus productos es darles un valor añadido.

El germen de esta estimable postura, de la que hacen gala desde la productora, nace con AudioDisco, un pong adaptado a personas ciegas o con visibilidad reducida. Su creador, Javier Mairena, lo ideó antes de que se constituyera The Game Kitchen. Hoy, este joven de Pino Montano es responsable de AccessAble Games, la línea de trabajo de la empresa que desarrolla juegos accesibles a personas con discapacidad.

«Hacemos investigación para hacer accesibles los videojuegos a personas con discapacidad», cuenta Javier a sevillasolidaria.es. Algo novedoso que la industria ha ignorado hasta el momento. El acceso de este colectivo a los videojuegos se consigue a base de ingenio. Por ejemplo, en la aventura gráfica The Last Door, han incluido una fuente específica para quien sufra dislexia, al tiempo que han trabajado descripciones de sonidos para que puedan jugar también personas sordas.

Además de esta línea de investigación, la empresa crea videojuegos específicos para hacer terapia, que generalmente «encargan asociaciones que trabajan con algún colectivo concreto», indica Mairena. Muestra de ello es, iSequences, indicado para personas con autismo. En esta aplicación, el objetivo final es que «los niños aprendan a ordenar las acciones y también a identificar las emociones».

A la hora de desarrollar esta línea de productos, The Game Kitchen cuenta con el asesoramiento de especialistas en la materia que ponen a su disposición las propias asociaciones. Experimentar el nivel de interacción que ofrece un videojuego resulta muy beneficioso, a juicio de los expertos. «Los videojuegos tienen muchos beneficios para los jugadores en general, pero para las personas con discapacidad, todavía más, porque les acercan a las tecnologías, y también ayuda en cuanto a la socialización, ya que pueden jugar con otros», insiste el programador.

My Carnival: Crowdfunding para que no caiga en saco roto

En estos momentos, los esfuerzos de AccessAble Games se centran en un videojuego destinado a niños con fibrosis quística. «Lo presentamos para una beca que se realiza anualmente por parte de la Federación Española de Fibrosis Quística, pero con los recortes no ha podido ser», lamentan.

Sin embargo, han hecho de la adversidad una virtud, y han realizado una campaña para tratar de recaudar dinero a través del crowdfunding. La idea es que todo el que quiera apoyar esta iniciativa aporte algo, desde cinco dólares, y así hasta llegar a los 29 mil necesarios para que se publique el juego. La campaña termina el próximo 31 de mayo, y puedes acceder a la misma desde aquí.

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