«Sé que puedo contar con los médicos del hospital San Juan de Dios del Aljarafe para viajes a África»

El hermano José Cárdenas, con una experiencia de 21 años en hospitales de la Orden de San Juan de Dios en África, recala como superior en el Aljarafe donde ha dado un impulso a la cooperación internacional

El hermano José Cárdenas ayuda junto a voluntarios a cargar en el Hospital San Juan de Dios del Aljarafe el contenedor que partirá a Algeciras para recabar en el centro hospitalario que la Orden tiene en Liberia, un país azotado hace pocos años por el ébola. Se asegura que ningún hueco quede libre porque el coste del viaje hay que aprovecharlo. Y, entre material médico, el contenedor se carga con cajas de alimentos y productos de primera necesidad. Cárdenas, superior en el hospital sevillano desde hace tres meses, sabe bien qué se siente en un país africano cuando las circunstancias son más que adversas.

La experiencia de José Cárdenas en los hospitales que la Orden de San Juan de Dios tiene en países africanos le ha marcado para siempre. En Sierra Leona tuvo que vivir el secuestro de hermanos y la toma del hospital a causa de la guerra civil, así cómo ver a muchas personas cercanas morir. Pero pese a la dureza de los 21 años que pasó fuera de España, se queda también con todo lo positivo y una responsabilidad imborrable de ofrecer siempre su ayuda. Por ello, su presencia en Bormujos supone un impulso a la cooperación internacional en el desarrollo solidario del hospital.

Se trata del primer contenedor que el hospital envía a África Foto: Vanessa Cárdenas
Se trata del primer contenedor que el hospital envía a África Foto: Vanessa Cárdenas

El envío de contenedores a hospitales necesitados se completará retomando los viajes de profesionales sanitarios a países africanos para intervenciones concretas, un hecho que asegura que los médicos están deseando comenzar. Por lo demás, el hospital no era ajeno antes de su llegada a pensar altruistamente en los demás. Ni mucho menos. Un total de 55 voluntarios se prestan cada semana en sus pasillos a tareas solidarias, fundamentalmente de acompañamiento a familias y a personas que están ingresadas y no tienen compañía.

«El año pasado hicimos unas 3.000 visitas a planta y se beneficiaron del voluntariado 294 familias», indica Juan Romero, coordinador de Desarrollo Solidario del hospital. «La Orden entiende el voluntariado como un complemento a la labor del profesional, nunca va a sustituir la labor de este pero sí ayuda a humanizarla más aún», indica. Un apoyo fundamental para muchos pacientes. Y no solo en planta. Actualmente dos voluntarios atienden en la UCI a las familias ofreciendo un necesario apoyo emocional.

En 2017 los voluntarios llevaron a cabo 3.000 visitas a planta / Hospital San Juan de Dios
En 2017 los voluntarios llevaron a cabo 3.000 visitas a planta / Hospital San Juan de Dios

La obra social, a su vez, atiende necesidades que se detectan en el entorno del centro. «El año pasado el hospital atendió a 64 familias y se han dado un total de 124 ayudas directas -farmacia, dietas, préstamo de material protésico...-. Se trata de ayudas muy concretas con casos muy estudiados», explica. Este evidente compromiso social y asistencial forma parte de la identidad de la Orden de San Juan de Dios. El hermano José Cárdenas se ha encargado de promulgarla allá donde ha ido. Y en el Aljarafe mantendrá su vocación al servicio de los más necesitados.

FOTO: VANESSA GÓMEZ
FOTO: VANESSA GÓMEZ

—El hospital ha enviado esta semana su primer contenedor directamente a un país necesitado, ¿a dónde se dirige?

—A Monrovia, la capital de Liberia, donde los hermanos tenemos un hospital al que en 2014 le afectó bastante el brote de ébola. Es de allí desde donde se evacuó a España el padre Miguel Pajares. Murieron hermanos españoles y nativos, y personal del hospital.

—¿Qué lleva el contenedor?

—Tengo experiencia mandado contenedores porque en Las Palmas envié como Hermano Superior más de veinte. Siempre pregunto cuáles son sus necesidades más urgentes, y además de material sanitario o un aparato en concreto llenamos el contenedor de alimentos de primera necesidad para aprovechar el viaje.

—¿Se repetirán más envíos?

—Ya estoy preparando el que enviaremos en noviembre, en esta ocasión a Sierra Leona, un país también muy afectado por el ébola.

FOTO: VANESSA GÓMEZ
FOTO: VANESSA GÓMEZ

—¿Cómo fue su experiencia en África?

—Estuve quince años en Camerún y seis en Sierra Leona, y conozco bien hospitales de los países de alrededor. La experiencia te ayuda a valorar cosas que aquí no le damos importancia, como simplemente abrir un grifo y ver que sale agua. Tres veces me sacaron de Sierra Leona por la guerra civil y volví. Eran momentos muy duros, pero si nosotros lo pasábamos mal, ellos peor. Murieron muchas personas y no podíamos dejarlos a su suerte.

—Su visión ha supuesto un impulso a la cooperación internacional en el hospital del Aljarafe.

—Es cierto que hemos comenzado a enviar contenedores pero siempre ha habido ayuda desde el hospital. Yo estuve aquí cuando abrió, con campañas de recogidas de alimentos u otros productos, e incluso el envío de profesionales especializados. Médicos de aquí han estado en Ghana, Liberia o Camerún. Vamos a retomar con más asiduidad esa acción. Los médicos están deseando, sé que puedo contar con ellos.

—Hemos hablado de cooperación internacional, ¿cómo se completa la línea solidaria del hospital?

—El Desarrollo Solidario está articulado en cooperación internacional, obra social y voluntariado. En obra social, nos encargamos de la alimentación del acompañante de un paciente con larga estancia en el hospital, si así lo necesita. Además, en casos muy concretos, nos hacemos cargo de la factura de la luz o del agua de un mes. Es algo que hacemos en todas las casas de la Orden. También ayudamos a instituciones locales, porque no hay que olvidarse ni de los que tenemos cerca ni a los que están lejos.

Voluntarios del hospital / Hospital San Juan de Dios
Voluntarios del hospital / Hospital San Juan de Dios

—¿Y cómo es la labor de los voluntarios?

— Es fundamental. Visitan en a los enfermos con poco contacto familiar, también en la Unidad de Lesionados Medulares y en la UCI. Otra labor que me parece muy bonita es cuando la persona llega al hospital y aunque todo esté señalizado se siente perdida. Los voluntarios se acercan para ayudarles y les acompañan directamente a la consulta.

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