La generosidad sevillana tiene una cita ineludible estos días en el hotel Meliá Lebreros. Son muchos los que quieren formar parte de esa gran familia que es ya Nuevo Futuro, una asociación dedicada al cuidado de niños sin hogar que cada año redobla sus esfuerzos. Éste especialmente, como señaló ayer su presidenta en Sevilla, Mari Pepa de la Serna, durante la inauguración del Rastrillo, puesto que han tenido gastos extras al ampliar de seis a ocho los menores que acogen en seis de los hogares sevillanos. «Ha disminuido el coste de niño al día y se han generado nuevas necesidades de aquéllos que estuvieron con nosotros y ahora necesitan ayuda económica para llegar a fin de mes», subrayó De la Serna. Junto a ella, la Infanta Doña Pilar de Borbón, duquesa de Badajoz y presidenta de honor de Nuevo Futuro, no quiso faltar otro año más a este encuentro solidario y se detuvo en numerosos puestos para comprar y charlar con sus propietarios.

La gran ausente fue la Duquesa de Alba, que anunció a última hora que no podría asistir. Tal vez fue el mal tiempo lo que la dejó en casa, aunque para Mari Pepa de la Serna la lluvia puede ser una gran aliada del Rastrillo. «Así habrá menos gente que vaya fuera el fin de semana y se pase por aquí», manifestó.

Tras la bendición del vicario episcopal de la zona Sevilla II, Rafael Muñoz, quedó oficialmente inaugurada esta nueva edición, que cuenta con más de 60 puestos de venta y 350 voluntarios. El director del Lebreros, Alfonso López; la autora del cartel que este año ilustra la cita benéfica, Reyes de la Lastra; la delegada de Familia del Ayuntamiento, María Dolores de Pablo-Blanco y Mercedes Camacho, de la Fundación Cajasol, también estuvieron presentes en la inauguración.

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