Centro de Estudios Andaluces

Más de la mitad de los andaluces se declaran no xenófobos

El 53,1 por ciento de la población andaluza «es poco o nada xenófoba», según se desprende de un estudio realizado por el Centro de Estudios Andaluces a partir de los datos de una encuesta realizada en ciudades y poblaciones de Andalucía con alta densidad de inmigrantes. Los resultados reflejan que un 41,7 por ciento se pueden considerar como algo xenófobo y el 5,3 por ciento restante como muy xenófobos.

Estas son algunas de las principales conclusiones que recoge el trabajo «Xenofobia en Andalucía. Análisis en municipios con alta densidad de inmigrantes», realizado dentro de la convocatoria de ayudas a Proyectos de Investigación del Centro de Estudios Andaluces del año 2011.

La investigación se basa en una encuesta realizada en diciembre 2011 y enero 2012 entre 600 andaluces con nacionalidad española mayores de 18 años, residentes en municipios con alta tasa de extranjeros extracomunitarios --incluyendo rumanos y búlgaros-- lo que supone una población de unas 517.000 personas, aproximadamente.

Valoración de los inmigrantes

Respecto a la afirmación de que «bastante difícil es la situación económica de los españoles como para además tener que destinar dinero para ayudar a los inmigrantes», el 44,3 por ciento de los andaluces está en desacuerdo con esa afirmación frente al 13,4 por ciento que está muy de acuerdo. Y sobre si debe haber preferencia contratación de un español antes que a la de un inmigrante, el 26,5 por ciento declara estar muy de acuerdo y el 30,4 por ciento de acuerdo.
En lo que se refiere a las relaciones interculturales en la escuela, el 66,6% está en desacuerdo con la afirmación de que «se diga lo que se diga a todos nos molestaría que nuestros hijos tuvieran como compañeros de otras razas en sus escuelas» y el 15,6 por ciento muy en desacuerdo.

Sobre los derechos de los inmigrantes, el 83,5 por ciento de la población andaluza encuestada está de acuerdo con que los inmigrantes tengan subsidio por desempleo, el 63,2 por ciento no pone objeciones al derecho al voto por parte de los inmigrantes y el 81,6 por ciento está de acuerdo con la reagrupación familiar, es decir, que puedan «traer» a su familia.

En lo que respecta a las relaciones interpersonales, la encuesta muestra que en términos generales la población andaluza se muestra muy condescendiente respecto a tener personas inmigrantes o de otras etnias como vecinos. Un alto porcentaje no se sentía muy satisfecho con las opciones de respuesta y señalaban que, más que de la nacionalidad o raza, «depende de las personas».

En lo que se refiere a la vecindad, al 63,7 por ciento no le molestaría tener vecinos sudamericanos; al 65,12 por ciento no le molestaría apenas tener vecinos judíos; el 56,6 por ciento no le molestaría apenas si fueran gitanos.

En las relaciones de pareja, en el caso de que un hijo se enamorara de una persona de otra nacionalidad, raza o religión, los datos más significativos son los porcentajes de aquellos que les sugerirían tener en cuenta las diferencias culturales que se sitúan entre el 40-50 por ciento. Por otra parte, existe un porcentaje de padres-madres que declaran que prohibirían a sus hijas mantener una relación con personas de otra etnia, origen o procedencia: en el 1,3 por ciento en caso de que sean gitanos o árabes, y el 0,8 por ciento si fueran negros o de Europa del Este.

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