La oncóloga de los niños y cofundadora de Andex recibe una calle en su pueblo

La oncóloga de los niños y cofundadora de Andex recibe una calle en su pueblo

Ana María Álvarez Silván, que ha curado a cientos de ellos, dice que «cada uno de esos niños siempre fue único para mí»

Sanlúcar la Mayor rinde homenaje a una de sus vecinas, Ana María Álvarez Silván, querida por todos, no sólo en el pueblo, sino en otros muchos lugares del mundo. Ella es una de las mujeres pioneras en el campo de la investigación sobre el cáncer infantil, Medalla de Sevilla hace dos años. Ahora, su pueblo, le conmemora en vida con una calle que llevará su nombre, para recordar el esfuerzo y dedicación de esta mujer a la Medicina.

Su pasión por ella surgió cuando tenía 14 años. Era una niña muy sensible y le preocupaba el dolor de las personas que sufrían. Ese fue el motivo por el que decide estudiar Medicina. «Mi intención era aliviar en lo posible el dolor de la gente, tanto físico como psicológico», confiesa. Una vez finalizada la carrera, empieza a prepararse la especialidad de Pediatría con el profesor Suárez Perdiguero, quien le propuso que hiciera la tesis doctoral mientras cursaba la especialidad.

Con una nota de sobresaliente «cum laude», se quedó como profesora ayudante de clases prácticas en la Facultad de Medicina de Sevilla. Poco después obtuvo plaza en las oposiciones de pediatra de zona y le correspondió Málaga. Pero daba la casualidad que justo en aquellos momentos empezó a funcionar el Hospital Infantil Virgen del Rocío y el doctor González Meneses le pidió de trabajar en él como jefe clínico.

«No obstante yo no podía perder mi plaza por oposición y estuve en ella durante un año en comisión de servicio, y posteriormente me trasladé a Sevilla para cubrir la plaza de jefe clínico de preescolares», cuenta la oncóloga pediátrica.

Ana María Álvarez Silván reconoce que por circunstancias especiales se quedó inmersa en la oncología pediátrica. «Me he formado trasladándome a diferentes hospitales de España, de Europa y de América, y asistiendo cada año a las reuniones internacionales que realiza la Sociedad Internacional de Oncología Pediátrica y la Sociedad Española de Oncología Pediátrica», cuenta la médico.

«Cada niño para mí ha sido un niño único y he luchado hasta la saciedad para sacarlo adelante, poniendo en juego con todos mis conocimientos y todo mi cariño», reconoce Ana María Álvarez Silván. Cuando tras revisar los protocolos, ella tenía duda sobre cuál podría ser el tratamiento, consultaba con otros compañeros, y con otros doctores expertos de España o del extranjero, si era preciso, para así tener la seguridad de aplicarle el mejor tratamiento.

«No he regateado ningún sacrificio con tal de que los niños del Hospital Infantil Virgen del Rocío de Sevilla fueran tratados como los de los mejores hospitales del mundo», cuenta la oncóloga a ABC Provincia.

Esto le ha llevado a viajar mucho, además de haber tenido estancias cortas en los más importantes hospitales de Europa y América, además de asistir a jornadas internacionales. Además, ha organizado numerosas jornadas internacionales de oncología pediátrica en Sevilla, invitado a prestigiosos especialistas del extranjero, «para que el resto de mi equipo, al igual que yo, nos enriqueciéramos con los conocimientos de los más prestigiosos oncólogos pediatras del mundo», asegura.

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