La lucha contra la extinción del quebrantahuesos

El número de puestas de huevos de quebrantahuesos registradas durante la temporada de reproducción 2012-2013 ha ascendido de siete a nueve, a lo que se le suma los cuatro nuevos nacimientos de ejemplares. Esta lucha contra la extinción de este ave rapaz parte del Programa de Reintroducción del Quebrantahuesos de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, gestionado por la Fundación Gypaetus.

Así lo ha indicado a Europa Press el gerente de la Fundación Gypaetus, Jesús Charco, que ha precisado que es «complicado» saber la evolución del programa hasta que no se cierre el ciclo a nivel europeo, si bien en un principio el colectivo está «relativamente contento», puesto que por el momento se cumplen las previsiones.

El primer alumbramiento tuvo lugar pasado viernes 8 de febrero, como resultado de la concepción de la pareja 'Cabus' y 'Corba', «ya veterana» en el centro de cría, con un pollo que salió del huevo con un peso de 144 gramos.

En este sentido, Charco destaca que, a pesar de que es habitual que los pollos se retrasen en la salida del cascarón -se han dado casos de crías que han tardado hasta dos días en abandonar el huevo, precisando de la ayuda de los técnicos del programa para ello-, «éste lo hizo con una fuerza y vigor tremendos».

De confirmarse un nacimiento por cada huevo, las cifras serían algo superiores a las de la temporada pasada, cuando se registraron siete alumbramientos de un número similar de parejas. Ello arroja una media de más de un pollo por cada una de ellas, un «éxito» pese a darse en un programa en cautividad, toda vez que en libertad «lo normal es un pollo cada dos parejas, pues la cría puede morir o el huevo perderse, entre otras cosas», expone el gerente de la Fundación Gypaetus.

Pese a la cantidad de variables existentes, «las previsiones son buenas porque no hay nada que impide que lo sean». Y es que los medios técnicos y humanos se mantienen, mientras que no se dan criterios naturales negativos, como la reciente incidencia de incendios de importancia, la existencia de enfermedades animales que pudieran afectar a los ejemplares o un clima demasiado seco.

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