Domicilios de apoyo para 30 mujeres supervivientes de la violencia de género

Obra Social “la Caixa” aporta 18.000 euros para el proyecto de la Fundación Ana Bella

La Obra Social “la Caixa” ha concedido una ayuda de 18.000 euros a un proyecto de la Fundación Ana Bella para dar acceso a un domicilio temporal en Sevilla a 30 mujeres supervivientes de la violencia de género. Este apoyo de la entidad financiera surge tras la convocatoria de Viviendas Temporales de Inclusión Social dentro del Programa de Ayudas a Proyectos de Iniciativas Sociales que impulsa anualmente.

Según informa la Caixa, este año la entidad destinará 17 millones de euros a las siete convocatorias en que se diversifica. Todas aquellas organizaciones sin ánimo de lucro que trabajan en pro de colectivos vulnerables pueden acceder a dicho programa y presentar su proyecto a la convocatoria que promueva sus mismas líneas de actuación.

En concrero, la convocatoria de Viviendas temporales de inclusión social sirve para dar impulso a proyectos desarrollados por entidades que ofrecen una atención integral en el marco de sus programas de recursos residenciales para promover la inclusión social y la vida independiente de personas con discapacidad o en situación de vulnerabilidad. A través de esta convocatoria que promueve una vivienda asequible y social, la entidad contribuye a superar los retos residenciales actuales de los colectivos más vulnerables.

Las Viviendas de Apoyo de la Fundación Ana Bella ofrecen alojamiento temporal a mujeres que han sufrido violencia de género y a sus hijos/as y que carecen de recursos económicos para vivir de forma independiente una vez han salido de las casas de acogida y han superado la fase de riesgo físico y orden de protección. En ellas se continúa el proceso de inclusión social comenzado por las ayudas públicas.

Además del alojamiento, la fundación ofrece una atención integral a las usuarias, cubriendo sus necesidades básicas (alimentación, farmacia, desplazamientos, ayuda económica) y favoreciendo su integración social, laboral y cultural (en el caso de las mujeres inmigrantes), impulsando procesos que las apoyen en la construcción de su proyecto de vida independiente y empoderamiento personal como agentes activas de cambio. La vivienda, por tanto es un puente hacia la autonomía y la independencia de cada mujer.

Las Viviendas de Apoyo, compartidas generalmente por mujeres inmigrantes y españolas, son una auténtica escuela de integración y educación en igualdad.

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