Esmeralda Valderrama. Directora de Danza Mobile

«Muchos chicos de nuestro centro han dado aquí sentido a sus vidas»

El arte puede ser mucho más que una vía de expresión para las personas con discapacidad intelectual y así lo ha demostrado esta entidad

Esmeralda Valderrama no sólo es la directora de Danza Mobile, sino que es el alma y el origen de esta increíble institución que ha sacado a la luz la faceta más artística de las personas con discapacidad intelectual. Esta bailarina madrileña hizo de su mundo un universo maravilloso para las personas especiales, para lo que contó con la ayuda del psicólogo Fernando Coronado. Ahora nos cuenta los logros alcanzados en los 22 años que lleva funcionando Danza Mobile y los retos pendientes.

—¿Cómo surgió la idea?

—Siempre me interesó la diversidad en la danza. Cuando yo bailaba todos teníamos que tener una altura concreta o un cuerpo determinado pero yo pensaba que distintos cuerpos con distintas energías tenían mucho más que aportar. Vivía en Madrid y me apasionó la iniciativa «Psicoballet» que montó Maite León porque tenía una hija con discapacidad. Vine a Sevilla con la idea de crear una delegación pero al final acabé creando Danza Mobile, que empezó siendo una escuela de danza que aún se mantiene con casi 100 alumnos pero también nos convertimos en un centro de creación de artes escénicas y plásticas.

—¿Qué aprenden los chicos en el centro?

—Tenemos talleres de música, de danza, de ballet, de artes plásticas, de textil, de narración oral, de identidad y de autogestión. Se desarrollan durante todas las mañanas y dos tardes a la semana y los chicos, un total de 29, pasan por todos los talleres. Para nosotros es muy importante que los profesores sean profesionales porque la única manera de enseñar algo es que te apasione.

—¿Cómo cambian esas enseñanzas al chico que entra aquí?

—Es increíble cómo el arte sirve para el desarrollo personal y actúa como vía de comunicación, y también cómo puede convertirse en una forma de vida. Cuando desarrollas tu creatividad creces como persona. En el 99 creamos el centro ocupacional porque estábamos convencidos de que los chicos con discapacidad intelectual podían aportar mucho al mundo artístico. No todos valen, pero los que tienen capacidades para el arte deben tener un centro en el que poder formarse y aquí hay muchos de ellos que le han dado un sentido a sus vidas. Es un grupo muy formado que lleva muchos años juntos y ya tiene un pasado en común.

—¿Ha conseguido el Festival Escena Mobile los objetivos para los que nació?

—El Festival tiene once años y empezó para que la gente pudiera ver obras de compañías en las que había alguna persona con discapacidad intelectual. Es difícil hacerlo atractivo al público porque la gente lo asocia con producciones de tercera, por lo que es importante rodear de profesionalidad todo lo que se muestra. Tienen que ser cosas muy serias. Este año tenemos como novedad un certamen internacional que nos enriquecerá porque podremos ver cómo trabajan en otros sitios. La compañía Danza Mobile está incluida en las programaciones regionales y nacionales y tiene cinco chicos con discapacidad intelectual.

—¿De dónde obtienen la financiación?

—En el centro ocupacional la mayoría de plazas son concertadas, aunque también ofrecemos alguna privada. En cuanto al Festival Escena Mobile, contamos con el apoyo de varias instituciones, entre las que se encuentra la Obra social La Caixa.

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