Joserra Halcón: «La verdadera felicidad se encuentra en hacer felices a los demás»
Joserra Halcón un joven sevillano que tras finalizar sus estudios de bachillerato en el colegio Highlands ha emprendido una valiente misión de voluntariado en La India. Afirman quienes le conocen que es un chico inquieto, soñador, inconformista, alegre e inteligente.
¿Cómo es un día de trabajo como voluntario?
Mi día a día suele ser muy ajetreado. Me levanto a las 7 de la mañana y a las 8.00 empiezo a trabajar en un centro de niños discapacitados dando clases hasta las 12.00. Tengo un «break» de 3 horas para comer y dormir la siesta y de 3.00 a 5.30 o 6.00 voy a un orfanato que estamos reformando, es decir, lijamos y posteriormente pintamos las cunas, puertas, paredes, etc.
¿Qué ocurrió o quién influyó para que te atrevieras a entregarte como voluntario?
Realmente no fue ningún factor concreto. Con mi entrada en bachillerato tuve que empezar a plantearme qué quería estudiar, y empecé a barajar la opción de tomarme un «gap year» antes de empezar la carrera para madurar y crecer como persona, y qué mejor forma de hacerlo que dando un poquito de tu vida al servicio de los demás, ¿no?
¿Al decirlo en tu familia, cuál fue su reacción?
Bueno, fue algo curioso. A mi madre se lo dije volviendo del colegio Highlands en el coche, y no me respondió hasta que llegamos a casa. Desde entonces ha estado intentando convencerme de que me quedase en Sevilla, ¡cerquita suya! Mi padre sin embargo sí que apoyó mi iniciativa desde el primer momento.
Vivirás momentos y circunstancia que te impactarán, ¿verdad?
Bueno, lo cierto es que yo soy una persona que difícilmente se impacta, pero sin duda hay algo que vi aquí y que pienso nadie debería tener que vivir nunca. Volviendo un día del voluntariado me encontré, buscando comida entre un par de toneladas de basura, a 5 niños, de los cuales el mayor no tendría más de 7 años, junto con una señora de 80 al menos…. rodeados de perros moribundos, cuervos y ratas.
¿Qué has aprendido a nivel personal?
Lo más importante que he aprendido aquí se puede resumir fácilmente en una sola frase: La verdadera felicidad se encuentra en hacer felices a los demás
Me dicen que eres creyente, ¿la fe te ha ayudado a no salir corriendo?
Sí, del todo, y de hecho los ratitos en los que voy a Adoración todas las tardes me sirven mucho como soporte a nivel anímico.
¿Cuál es tu primer y último pensamiento cada día que estás ahí?
Cuando me levanto por las mañanas, que suele ser un momento de mucho cansancio, me preguntas cosas como: «¿Que hago aquí? Hoy no voy a trabajar, sólo quiero volverme a casa» ; pero enseguida me acuerdo de una frase muy célebre de Madre Teresa que seguro todos la conoceréis: «Dar hasta que duela, y cuando duela, seguir dando». Pues a mí me duele, pero es en los sacrificios más grandes donde encuentras la mayor satisfacción, pues todo lo que merece la pena es difícil de conseguir. Por otra parte, una vez finalizado el día, siempre cojo el móvil, observo el calendario, y me digo: «!Bien!, lo he conseguido, un día menos para volver a casa».
Qué aconsejarías a chicos de tu edad que están pensando en vivir esa experiencia.
Sin duda les animo a dar el paso, a «echarle coraje», porque sin duda es una experiencia que marcará un antes y un después en vuestras vidas. El hecho de, siendo tan joven, irte al otro extremo del globo, sólo, a dar tu vida a los demás, es algo que a priori puede sonar como un imposible, pero a posteriori es una de las experiencias más enriquecedoras de la que uno pueda disfrutar. Conocer gente nueva (a menudo considerablemente más mayores que tu) de todas partes del mundo que están haciendo lo mismo que tú, otras culturas, viajar, conocer mundo, y sobre todo, conocerte a ti mismo, es algo que en ninguna clase de universidad o colegio, os aseguro, aprenderéis.