«Cuando dejemos de plantearnos si es posible la inclusión lo habremos conseguido»
Auxi Sánchez es la directora de la Asociación Alcalareña de Educación Especial, una asociación que lucha a diario por las personas con diversidad funcional intelectual en toda la línea evolutiva: apoyan a las familias desde que reciben un diagnóstico prenatal positivo y siguen ahí con usuarios que ya han cumplido 50 años.
- ¿Cómo surge la asociación?
- La Asociación Alcalareña de Educación Especial se crea hace 40 años, cuando unos padres que se encuentran ante una problemática común y no encuentran respuestas. Deciden unirse para crear soluciones.
- ¿Cómo ha evolucionado en estos 40 años?
- Profesionalizándose cada vez más. Primero los profesionales de atención directa -logopedas, psicólogos, terapeutas...-. Después se vio la necesidad de apoyar no únicamente a los beneficiarios, sino también a las familias y, por último, profesionalizando la gestión, algo fundamental para rentabilizar los recursos que se tienen y buscar nuevos.
- ¿Qué servicios ofrece?
- Trabajamos toda la línea evolutiva del niño o de la niña. Atendemos a familias que hayan tenido un diagnostico prenatal positivo, contamos con centro de atención temprana en el que atendemos a 30 niños. Cuando entran en primaria, nuestros pequeños van a colegios ordinarios por la mañana, y por la tarde les damos apoyo escolar, logopedia, fisioterapia... Intentamos complementar de esta manera para que el desarrollo sea lo más normalizado posible.
- Y cuando llegan a la edad adulta...
- Entonces tenemos un programa de formación de adultos en el que trabajamos dos líneas. Por un lado, las terapias ocupacionales para chicos que aún no tienen las habilidades suficientes para salir al mercado laboral. Por otro, desde el año pasado hemos puesto en funcionamiento un sistema centrado en el empleo con apoyo. Y ya hemos firmado el primer contrato de trabajo con uno de nuestros chicos. En tiempo récord.
- ¿A cuántos beneficiarios atendéis?
- A más de cien familias. Los adultos que se ven hoy en la asociación empezaron siendo unos niños.
- ¿Cuántos trabajadores formáis la asociación?
- Ahora mismo somos catorce, es un equipo relativamente pequeño. También contamos con un cuerpo de voluntarios que llegan de facultades y centros de ciclos formativos. Por supuesto, quién quiera colaborar con nosotros se puede poner en contacto por correo electrónico o por el teléfono.
- ¿Cómo se financia la entidad?
- Curiosamente tenemos una fortaleza que pocas las tienen y es que buena parte de la financiación es propia. También se recauda con cuotas de padres, eventos, loterías, venta de calendarios... Asimismo, tenemos un convenio con el Ayuntamiento de Alcalá que permite llevar a cabo diferentes programas.
- ¿Cuándo empieza tu relación con la Asociación Alcalareña de Educación Especial?
- En 1992, cuando termino la carrera y entro a hacer un voluntariado. Después di el salto a otras entidades, con un recorrido profesional diverso, pero terminé de nuevo en el punto de partida. Como directora ejerzo desde junio de 2017.
- ¿Con qué momentos te quedas de los vividos en estos años?
- Me quedo con la implicación de las familias. Ésta es una entidad local, y muchas personas la sienten como propia en el buen sentido. Hace años, si hacía falta una clase para que los profesionales pudieran ayudar a sus hijos, los propios padres venían en el fin de semana y la construían.
- Por último, ¿es posible la inclusión?
- Eso ni me la planteo. Todo es mucho más fácil de lo que creemos y cuando dejemos de plantearnos esa pregunta, lo habremos conseguido.